BOLICHES DE ARATORES CON NABOS DE YOSA DE SOBREMONTE

BOLICHES DE ARATORES CON NABOS DE YOSA DE SOBREMONTE

Aratores como tantos otros pueblos, fue prolífico en legumbres, especialmente de judías o boliches. En el Banco de Germoplasma del CITA en el año 2007 entraron dos semillas procedentes de Eduardo Ara Lacosta.

Actualmente su hijo Eduardo Ara Calvo, mantiene media docena de variedades heredadas. El boliche rojo de la receta es un auténtico hallazgo y un privilegio el poder degustarlo. Disfrutar de un boliche cultivado en la montaña, en tierra de huerta y regado con agua pura del Pirineo es un regalo de primer orden.EDUARDO

Lo mismo ocurre con el nabo de Yosa de Sobremonte, el auténtico nabo tantas veces nombrado por Ignacio De Asso, Pascual Madoz y Miguel Beltrán que hoy gracias a Bernardino Lalaguna podemos comer al haber evitado su desaparición. Guillermo Valenzuela lo cultiva en la Huerta de Lierta para suerte de nostálgicos y amantes de sabores con tradición.

GUILLERMO

BOLICHES ROJOS CON NABOS

Ingredientes

  • Judía variedad “Boliche rojo” de Aratores, 400 gr.
  • Nabo variedad “Yosa de Sobremonte” de Lierta, 4-6 unid.
  • Puerro variedad “Boltaña” de Lierta, 1 unid.
  • Aceite virgen extra Negral, Verdeña y Alquezrana de Bierge, 1/4 dl.
  • Sal de Naval.

Elaboración

  1. Poner a remojo las judías 12-14 horas. Cambiar el agua y poner a cocer en olla exprés junto con los nabos y el puerro.
  2. Primero, llevar a ebullición sin cerrar la olla, cortar la cocción 3 veces con agua fría y a continuación cerrar la olla. Dejar cocer 10 minutos y apartar del fuego.
  3. Abrir la olla exprés, añadir el aceite, sazonar y dejar hervir 5 minutos a fuego suave.

Comentario

El binomio boliches y nabos, pudiera ser la pareja culinaria que más veces se vieron las caras en las cocinas de la montaña Altoaragonesa hasta hace tan solo unas décadas. Afortunados aquellos que degustaron este manjar, el sabor lo dice todo y le deja a uno sin palabras.

Diversidad hortícola y de legumbres que debemos entre todos devolver a las cocinas defendiendo los cultivos tradicionales en base a las variedades locales.

El sabor podría tratar de explicarlo, pero la mejor manera es vivirlo para sentir en el paladar el significado y valor de la tradición en tiempos modernos. Por cierto, tiempos tan faltos de personalidad y autenticidad en la mesa.

                                        BUENA 1                Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo.

 

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