FELIZ AÑO 2017.

FELIZ AÑO 2017.

SER, SENTIR Y VIVIR EL 2017.

Dejamos atrás un año donde hemos podido hacer resumen de nuestras acciones y reflexionar sobre el balance del mismo. Comienza un año nuevo donde la vida nos ofrece una nueva oportunidad para construir y dejar de lado todo lo que nos aparta del colectivo de los seres humanos y no nos permite nutrirnos y evolucionar como personas.

Formamos parte de una realidad donde todo esta comunicado, estar fuera de esta verdad es perderse una parte importante de lo que significa nuestro paso por la tierra. Buscar la armonía con el planeta, el equilibrio con los demás reinos estando en nuestra identidad es la llave para expresar lo que somos y ofrecer en la vida nuestra faceta más universal.

La falta de fe, de amor y de espiritualidad lleva al hombre a su autodestrucción. La vida es otra cosa de como nos la presentan. La vida es maravillosa, expulsemos las mentiras, dejemos de lado el orgullo, apartemos el poder insolidario y trabajemos con alegría por construir un mundo basado en las leyes universales; (conciencia, amor, fe, colectivo, fraternidad,….)

Somos seres excepcionales, con una fuerza desmesurada, capaces de cambiar y evolucionar a nosotros y todo cuanto nos rodea, lo importante es saber como utilizamos nuestro poder innato. Un acto de amor, de humildad, de alegría, de esperanza, para afrontar la vida no como una lucha si no como una oportunidad, una experiencia para mejorar con los demas y no a costa de los otros.

El mundo está en un momento de cambios, seguir haciendo lo mismo no va a traer cosas que mejoren la situación actual. Por eso os invito a reflexionar sobre lo que está pasando y que posición tomar para avanzar. Debemos ocupar el sitio que esta destinado a nosotros para construir en la belleza el mundo que todos soñamos para nosotros y las generaciones venideras.

Una nueva visión del mundo alimentario es posible y a la vez necesaria para cambiar el modelo de alimentación actual. Las sociedades modernas abanderan y muestran sus tradiciones y patrimonio cultural como seña de identidad que les diferencia de otros pueblos, como atractivo turístico para atraer gentes de otros lugares o como riqueza de su pasado; museos, edificios, iglesias, castillos, etc… pero están abandonando el medio rural, la cultura y conocimiento que allí se ha forjado durante miles de años, están dejando desaparecer las variedades vegetales y razas animales que han nutrido a nuestros antepasados y están explotando, contaminando la tierra que nos alimenta.

Cuando el hombre se aleja de la tierra se separa de una parte de sí mismo. El equilibrio es posible si el hombre vuelve a respetar y reconocer la cultura alimentaria de cada rincón de la tierra. Especular con los alimentos tiene consecuencias devastadoras para el hombre y el planeta y pone en grave riesgo la herencia que se dejará a las generaciones venideras.

«Cambiando la forma de comer cambiamos el mundo». Tenemos un año por delante para hacer tomas de consciencia que nos permitan cambiar si es nuestro deseo. El alimento es el soporte que nutre al hombre todos los días y varias veces al día. Reconocer cada bocado que llevamos a nuestra boca es un gesto sagrado e íntimamente ligado con cada una de nuestras acciones. Significa consciencializar la vida y el respeto y nutrimiento de los reinos de la naturaleza.

Feliz año y los mejores deseos para el 2017.

                                                                     «Cocinando para disfrutar el presente y crear un futuro mejor».

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