20 Feb 2017 AÑO INTERNACIONAL DEL TURISMO SOSTENIBLE PARA EL DESARROLLO
Para que se exprese el Turismo Sostenible es necesario que el reino humano reconozca los demás reinos del planeta, (reino mineral, reino vegetal y reino animal) acepte la función que tienen dentro del equilibrio de la tierra y tome la responsabilidad sobre el modelo de Turismo que desea para uno mismo y para el colectivo de los seres humanos. El Turismo que no tiene en cuenta los reinos de la naturaleza queda en entredicho a causa de los efectos que ejerce sobre ellos.
La ONU ha proclamado el año 2017 como el año del Turismo Sostenible. Deberíamos hacer una reflexión para contextualizar el momento que vive el turismo y las consecuencias que se deriban de su impacto en el planeta. Es evidente que si la ONU quiere llamar la atención sobre la situación real del turismo y promueve el Turismo Sostenible para el desarrollo se deba a que a pesar del incremento del turismo en el planeta, el modelo existente no contribuya al mantenimiento de los reinos de la naturaleza no sea que vayamos a matar a la gallina de los huevos de oro.
Los beneficios y garantias que reporta un Turismo Sostenible en el planeta son de intereés general, menor contaminación y especulación y por contra un mar de ventajas que inciden directamente sobre la vertebración del territorio, la salvaguarda del patrimonio alimentario, el mantenimiento de las culturas campesinas, el reconocimiento de las producciones artesanales, más repercusión en el tejido rural, mejora de la contratación laboral,...en definitiva un mejor y mayor cuidado del patrimonio tangible e intangible para legarlo a las generaciones futuras.
Hace falta amar, amar de corazón, amar las cosas, a uno mismo, al prójimo, a tu país, al planeta donde vivimos, para poder creer y crear un Turismo Sostenible. Solo la energía del amor, una mirada de reconocimiento y aceptación nos puede dar la clave para aportar ese aire nuevo y cambiar las cosas.
El libro «Historia de la Alimentación» obra en la que han participado alrededor de 50 historiadores bajo la dirección de los catedráticos; Jean-Louis Flandrin y Massimo Montanari habla de la cultura y el equilibrio ligado a la comida en cualquier territorio de nuestro planeta. Hay una frase que dice «La comida es cultura cuando se produce, se transforma y se consume en el lugar de origen». Cuando esto no ocurre el equilibrio social se tambalea y el turismo sostenible hace aguas.
La sociedad tiene la capacidad de viajar y hacer turismo y debe empezar a preguntarse que responsabilidad y complicidad tiene sobre el turismo.
Para crear, construir y edificar un Turismo Sostenible debe realizarse de la mano y con el soporte de la Alimentación Sostenible, esta es la medida que nos permitirá comprender y aceptar las consecuencias que se derivan de nuestras acciones sobre el planeta. El Turismo Sostenible se debe integrar dentro de un modelo alimentario sostenible, pues será una pieza clave para dar un nuevo rumbo a la realidad que acontece en estos momentos.
Es una contradicción el pensar que se puede crear Turismo Sostenible sin tener en cuenta la comida, comer comemos todos los días y a lo largo de nuestra vida, en cambio el turismo no es una actividad diaria pero si cuando lo hacemos tenemos en cuenta la cultura campesina, la biodiversidad genética de semillas y plantas, el cuidado por los animales, la protección de reino mineral, la cultura gastronómica tradicional, etc…significará que hemos tomado el camino de la sostenibilidad turístirca.
El destino del Turismo Sostenible está en nuestras manos. No se trata de una moda ni de una eslogan para vivir un año, es una posición consciente del ser humano para vivirla con todas las consecuencias.
El Turismo Sostenible es la mejor seña de identidad para representar un territorio y si está aderezado con una gastronomía sostenible, el binomio es perfecto para todos aquellos que tengan un compromiso por el planeta, por las personas, por las culturas y las tradiciones de cada rincón de la Tierra.
Para construir y consolidar el Turismo Sostenible tiene que haber indefectiblemente comida sostenible. Podemos viajar a escasos kilometros de donde vivimos o a miles de kilometros y probablemente pasar todo el dia sin ver museos, parques, monumetos, comprando en tiendas pero lo que sí haremos es comer a lo largo del día y varias veces. Es evidente que esta conclusión nos permite comprender que el Turismo Sostenible tiene una relación directamente proporcional con la producción sostenible de alimentos. Cuando esto no es así nos estamos engañando y creando un verdad disfrada.
Preguntas que tienen respuesta;
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¿Cuántos ejemplos combinan turismo y alimentacion sostenible en la actualidad?
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¿Es Turismo Sostenible el que no tiene en cuenta la comida, su modelo productivo, el lugar de producción y el de cosumo y la renta justa que reciben los productores?
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¿Qué turismo deseamos dejar a las generaciones futuras?
Aquí tenéis unas recetas a base de productos deslocalizados de su lugar producción por la acción del hombre y que en la actualidad solo unos pocos productores mantienen su sabor y frescura contra pronóstico. Estos ejemplos se repiten con demasiada frecuencia a lo largo y ancho del planeta Tierra.
Ensalada de achicoria de Tarazona con cebolla babosa de Huesca, aceituna vera de Caspe y anguila del Delta del Ebro.
Judías caparronas de Monzón y pollo raza Gallina del Sobrarbe.
Nabos de Mainar, broquil pellao de Huesca, patatas de Torralbilla y trufa negra de Aragón.
Cambiando la forma de comer, trasnformamos el mundo.
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