500 artículos. blog alimentaciondelpresente.com

500 artículos. blog alimentaciondelpresente.com

Medio millar de razones y más de 500 noches me han hecho falta para llegar a esta cifra, hoy, doy gracias a la vida por esta conquista. 

Alquezar, 25 de marzo de 2025. Coincidencias, celebrar mi revolución solar y mis 500 artículos.

En numerología simbólica haciendo la reducción de 500, sale 5, esta cifra es el símbolo del Hombre Universal. Es la consciencia que une el hombre a Dios y representa el compromiso de unión espiritual a fin de volver al Uno. Es movimiento de vida en la acción. Conocemos los cinco continentes, cinco colores de piel, cinco elementos y cinco dedos de la mano.

Creer y tener fe en el interés colectivo es la llama que ilumina este camino de justicia y de principios. El año 2015 abrí esta puerta con el deseo de compartir el rol que juega el alimento en la sociedad, el blog, es una de mis maneras de sembrar en este mundo. El conocimiento y la sabiduría que me comparten los hombres y mujeres del campo y tener la suerte de poder compartirla para dar esa riqueza cultural y abundancia a todo el mundo que se asoma al blog es un regalo.

El camino a veces no resulta fácil, pero la responsabilidad, fe, compromiso y determinación personal me han permitido estar presente y activo durante una década. Estoy agradecido a todos los que me siguen y leen por sus comentarios, sus palabras es la energía que me inspira y me invita a seguir.

Pero este ejercicio de buena voluntad va más allá de nuestra propia encarnación, realmente cada día todo comienza de nuevo, es una vivencia que nos acompaña a lo largo de nuestra vida y a la vez una ofrenda que damos como gratitud por estar vivos. Muchas van a ser las batallas si queremos ganar este combate de “Luz” frente a la materia. No se trata de descubrir nada nuevo, sino de poner orden a nuestras necesidades, a las necesidades de nuestros semejantes y las necesidades del planeta. La mejor voluntad y prioridad en esta vida si de verdad queremos dejar un futuro mejor a las próximas generaciones es salvaguardar la identidad y singularidad del alimento en cada rincón del planeta.

Humildad es el principio de todo, con ella acedemos a la conciencia y a partir de aquí se trata de tomar elecciones frente a todo lo que nos encontramos en lo cotidiano, elecciones por un modelo social y alimentario digno para todos los seres humanos. Esta es la verdadera prueba de vida, el alimento es el combustible que nos permite tomar consciencia si la salud y la convivialidad en la mesa nos permite reencontrar el gusto por la vida. Para ello debemos tomarnos muy en serio el cuidado del reino mineral, es en la tierra donde se cultivan las plantas que nos van a nutrir y que además sirven de alimento a los animales que luego podemos consumir. El respeto a la naturaleza debe ser un compromiso inagotable, comprender que la biodiversidad es la llave que da acceso al sabor y al disfrute en la mesa es una evidencia que nunca se debe olvidar. Sin naturaleza y sin diversidad no hay comida y es el principio del fin de la especie humana.

Pensar y reflexionar en lo que cada uno puede hacer y aportar para que las cosas tomen un rumbo donde el colectivo humano sea el beneficiario de todas nuestras acciones es un buen paso para este tiempo. La libertad, no es tan libertad cuando se está generando una sociedad dependiente y vulnerables frente al alimento por las decisiones que marcan las grandes multinacionales, mientras los gobiernos miran para otro lado.

Cada artículo es la expresión de una vivencia personal, lo comparto con sencillez porque siempre he creído que el alimento es un elemento sagrado, tanto si hablamos de él como si lo llevamos a la boca. Es descorazonador ver como cualquier adolescente conoce cientos de marcas de cualquier artículo de ropa o de nuevas tecnologías y no es capaz de reconocer un árbol como puede ser un olivo, ni puede llegar a diferenciar una col de un nabo.

Hoy la sacralidad del alimento que ha rodeado a la comida en todas las culturas ha quedado en segundo, tercer o desaparecido por la especulación y los intereses privativos. La dependencia alimentaria está servida y la indigestión nos va a sobrepasar más pronto que tarde a menos que la educación en las escuelas y los principios en las empresas comiencen a mostrar y tejer un nuevo modelo alimentario.

La comida para el que les escribe es el “arte compartido”, muchos son las personas que intervienen en su conformación, en el último medio siglo la sociedad ha confiado su salud, la biodiversidad, el sabor y el cuidado del planeta a unas pocas personas, y la realidad y el desconcierto está servido.

Escucho en la radio estos días la creación de una mochila para sobrevivir 72 horas en caso de una situación de conflicto o guerra, una vez más el poder trata de poner miedo a la sociedad. Lo que de verdad produce desconcierto, es pensar que, teniendo tierra y agua, todas las huertas estén abandonadas en todo el territorio español y dependamos de la comida que viene del exterior.

Desaparecido la despensa de las casas y ahora están proclamando algunos que en los próximos 25 años pase lo mismo con la cocina. La aculturación campa a sus anchas y parece que es responsabilidad de otros. No se equivoquen, como escribía mi querido amigo Joaquín Coll en su libro Manjares del Somontano, “me resisto a llamar desarrollada a una sociedad que no ha desarrollado más que su irregular capacidad de enriquecimiento”.

Remánguense, empiecen a valorar a las personas que producen comida saludable, ellas son las que se merecen premios, si hay un oficio al que deberíamos amar y apoyar sin condiciones son a las personas que cultivan alimentos en nuestros pueblos y ciudades, ellos son la alternativa para saciar el hambre si hay problemas de abastecimiento.

Juntos, por una nueva cultura alimentaria y gastronómica. Un pensamiento global es necesario, pero es más importante una siembra local que abastezca los territorios cercanos, solo así se podrá lograr la soberanía alimentaria.

Reconocer esta evidencia es abrirse a la creación y a la comprensión de las cosas que realmente importan en nuestro pasaje. Comer, sentir y vivir, una manera sencilla y sabia de pasar por la vida.

¡¡Amor y bendiciones¡¡

Ismael Ferrer

 

 

 

 

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