19 Sep PEPINO DE LABUERDA -HUESCA-
Antes de decir adiós al verano y pasar el equinoccio de otoño el próximo 22 de septiembre, traigo esta curiosidad que, si uno tiene la suerte de probarla, con una vez será suficiente para no olvidarla jamás.
Para hablar de esta variedad como de tantas otras en el Comarca de Sobrarbe tenemos que recurrir a la asociación UN PASO ATRÁS-ARTO. Porque todo tiene un principio y el inicio de este grupo de trabajo ha dado muchas satisfacciones y sobre todo ha realizado un trabajo encomiable en defensa de la salvaguarda de la biodiversidad vegetal y animal en este territorio altoaragonés.
Son más de 20 años prospectando, clasificando y conservando material genético, en el área de la huerta, la Red de Hortelanos del Sobrarbe es quien ha gestionado y tutorizado el trabajo. Son muchas las variedades conservadas, de muy distintas especies, hoy presento esta curiosidad que bien merece la atención por sus cualidades organolépticas entre otras cosas.
José María Lanau, uno de los miembros más activos de la Red de Hortelanos del Sobrarbe en las primeras décadas del presente siglo y buen conocedor del territorio tuvo un papel clave para la recogida de semillas tradicionales en toda la comarca. José maría repartía el pan en un buen número de pueblos de la comarca y allí donde iba preguntaba en el corro que se formaba en torno al pan las preguntas de oro, ¿qué variedades de tomate o de cualquier hortaliza son las más estimáis en el pueblo? Y la otra; ¿y quien las cultiva? A partir de ahí ya podéis imaginar.
Estamos ante un pepino de color verde claro, tamaño pequeño y corto. La siembra se realiza en el mes de abril, crece en abundancia, es muy rústico, no precisa mucha agua y está muy bien adaptado. Se pueden hacer varias siembras para alargar la recolección. El dato más interesantes o curiosidad a considerar es que se digiere muy bien, no repite por lo que resulta muy interesante. Por otro lado, la conservación es muy buena.
La cualidad organoléptica que más sobresale es el punto crujiente y sabroso, la piel aporta un ligero toque amargo interesante y no repite. El pepino se comía a todas horas, era muy refrescante. Una curiosidad que se hacía antiguamente, una vez después de comer el pepino era la de poner un vaso de agua en el aliño y beber el líquido como refrescante. El pepino se tomaba a solas o con la compañía de lechuga.
En la actualidad no hay comercialización. Esta variedad tradicional la mantienen presente y viva, Emilia y Juan, dos de los socios más activos y colaboradores de mil acciones por la defensa de la biodiversidad hortícola en Ainsa y los pueblos del Sobrarbe. Este pepino sufrió con la llegada de los planteros, hubo un momento que estuvo a punto de perderse. Durante 20-30 años casi llegó a desaparecer de las huertas y gracias a la Red de Hortelanos del Sobrarbe se salvaguardo de su desaparición.
Como singularidad mayor y potencial de esta variedad es su excelente adaptación, se debe considerar su buen comportamiento a la altura y las noches frescas.
ENSALADA DE PEPINO Y ALCAPARRONES
Ingredientes
- Pepino de Labuerda, 3 und.
- Alcaparrón de Ballobar, 1 bote
- Aceite virgen extra variedad de Sasa del Abadiado, 1/2 dl.
- Vinagre de vino, 2 c.s.
- Sal de Naval.
Elaboración
- Lavar los pepinos, pelar y cortar en bastones.
- Colocar de forma armoniosa en una fuente o plato.
- Decorar con una docena de alcaparrones.
- Preparar la vinagreta y aliñar la ensalada.
- ¡¡Buen provecho¡¡
Comentario
Elaboración de la cocina tradicional aragonesa. Un plato referente en las casas de muchos pueblos años atrás durante el verano, hoy tristemente ya no se le da importancia a un buen plato de pepino, pero a nadie le sorprende, lo que ofrece el mercado es bastante mediocre y no admite comparación con las variedades tradicionales.
Ante este drama en la mesa, a nadie o casi nadie le apetece pedir un plato de pepino en un restaurante y en casa se acompaña con otras cosas pues ha quedado desprovisto de lo esencial, el sabor.
Sinceramente, todavía estamos a tiempo de revertir esta realidad que está dejando huérfana la mesa de una variedad más por sus escasos atributos.
La gastronomía que vivimos hoy es una ilusión, la sociedad moderna se aleja del disfrute en la mesa y el sabor se pierde ante el acomodo de una sociedad desmemoriada.
Queridos lectores, “todo puede dar la vuelta muy deprisa, la mentira está demasiado cerca de la verdad”. O cambiamos de manera colectiva el panorama alimentario o el poder de unos pocos y el acomodo de otros muchos acabará con todos nosotros.
Confianza, acción, fe y determinación para lograr el cambio que deseamos.
Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo.
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