CALABACÍN DE GUÍAS DE MALLÉN

CALABACÍN DE GUÍAS DE MALLÉN

Quien tiene un amigo tiene un tesoro” dice el refrán. Pero quien tiene un amigo que tiene semillas y sabe como cultivarlas tiene el mejor de los tesoros.

En Mallén están de enhorabuena, su ilustre vecino octogenario, Francisco Lamata Pellicer ha sabido mantener viva una semilla que ha formado parte de la cultura alimentaria de la localidad durante cientos de años. Tristemente me decía Francisco, en la actualidad las personas de menos de 50-60 años ya desconocen esta variedad local de calabacín.

buena 3 Francisco Lamata Pellicer

Profunda reflexión la que deberíamos hacer el conjunto de la sociedad ante el abandono veloz de las semillas locales en los últimos 40 años en las huertas españolas y las consecuencias que ello esta generando en las zonas rurales y en el empobrecimiento de la cultura gastronómica de nuestro país.

IMG_20170828_134130 Calabacín de guías de Mallén

Rubén Peréz, de 39 años y natural de Mallén, produce con la marca “Eco Huerta Verduricas” en la finca “La loba” hortalizas y verduras frescas. Como defensor de los productos locales ha apostado por cultivar el “Calabacín de guías de Mallén “ para llevar a la mesa de los Malleneros y Zaragozanos el sabor y textura de esta emblemática hortaliza. Rubén me acompaño a casa de Francisco, más conocido como Cristobal para recibir una cátedra sobre las bondades de este calabacín. Se trata de una planta productiva y rústica, produce mucho pues llega a sacar 4 y 5 guías de 4 y hasta 6 metros de donde van saliendo los calabacines, una mata puede necesitar entre 4 y 6 metros cuadrados. Antes se ponía mucho con la llegada de las variedades híbridas se dejo de poner pues estos últimos necesitan menor espacio para desarrollar. El “Calabacín de guías de Mallén” es de piel blanca y tonos verde muy claro. La piel es muy tierna y delicada. La carne es más dura y su textura mas compacta que los calabacines convencionales. Se guarda mejor y nunca deja notas amargas.

ruben blog - copia Rubén Pérez

Para extraer la semilla se necesita ser doctor en esta ciencia, como bien dice Francisco no resulta fácil pues mucha semilla sale “vana” que no está bien granada. Este calabacín poleniza mejor y es más resistente al “oídio”. La siembra es entre abril y mayo, aunque se suele hacer 2 siembras para poder recoger frutos hasta bien entrado el mes de octubre.

guias blog Mata de calabacín con una de sus guías.

Me confeso Francisco que a su padre se lo vio sembrar toda la vida en la huerta de Mallén, en pleno corazón de la vega del Ebro junto a otras variedades. Desafortunadamente los últimos 40 años ha dado un cambio tan brusco el mundo rural que ahora resulta difícil encontrar una trozo de tierra dedicada a producir hortalizas frescas de temporada.

FRITÓN DE MALLÉN

Ingredientes

  • Calabacín variedad «Guías de Mallén» de Eco Huerta Verduricas de Mallén 1 pieza.
  • Patata variedad «Agría» de la Huerta Barbereta de Huesca, 4 unid.
  • Cebolla variedad «Dulce de Fuentes» de la Huerta Barbereta de Huesca, 1 unid.
  • Aceite virgen extra variedad «Verdeña, Negral y Alquezrana” de Aceites Ferrer de Bierge, 1 dl.
  • Sal de Naval.

fritón 6 - copia

Elaboración

  1. Lavar el calabacín, cortar a lo largo en cuatro y hacer rodajas de 3-4 mm.
  2. Pelar las patatas, lavar y cortar en rodajas de 3-4 mm.
  3. Pelar la cebolla, lavar y cortar en juliana.
  4. Poner bastante aceite en la cazuela y cuando este bien caliente incorporar las patatas bien escurridas, sazonar y rehogar unos minutos.
  5. Incorporar la cebolla y el calabacín. Volver a sazonar, mezclar bien, tapar la cazuela y terminar la cocción del fritón. Alrededor de 20 a 30 minutos.
  6. Emplatar.

fritón 7 Fritón de Mallén

Comentario

A la fritada de hortalizas en Mallén le llaman “Fritón”, otro claro ejemplo de la riqueza etimológica local. La receta del “Fritón”, representa otra variable de la clásica fritada donde el aceite es pieza clave del éxito de la elaboración. El “Fritón” se come tal cual, sin necesidad de guarniciones como así ocurre en otras localidades con la adición de caracoles, longaniza y/o sardina rancia e incluso trufa. Seguramente los Malleneros que saben bien el alcance gastronómico de sus calabacines, entienden que a su “Fritón” no le hace falta incorporar ningún otro atuendo alimentario para seducir al paladar.

                                                 Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo.

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