DESEOS DE “REALIDAD Y ORDEN” PARA EL AÑO 2023

DESEOS DE “REALIDAD Y ORDEN” PARA EL AÑO 2023

Quizás es una coincidencia, o quizás una casualidad, si lo es, bienvenida, voy a celebrar con este texto el nuevo año y 400 artículos en el blog. Las cosas pasan por algo y esta sincronía es una realidad que expresa el tiempo que nos toca vivir, donde la acción por nuestra decisión es la llave para el cambio.

A ustedes queridos lectores, que leen y siguen mi forma de sentir y vivir mi relación con la vida a través del alimento, les deseo, “Feliz Año 2023”.

 

En numerología, la reducción de 400 (4+0+0) = 4. El “Cuatro” significa la realidad, la manifestación donde la vida se inserta. La reducción de 2023 (2+0+2+3) = 7. El “Siete” es el orden de las cosas de lo creado. En el planeta, en la naturaleza, solo el hombre y la mujer tienen la posibilidad de colorear y hacer justicia por sus acciones. La libertad es un combate, la libertad es una acción que pasa por una decisión.

Hemos visto durante estos últimos años, como la sociedad vive paralizada y/o acomodada por todos los acontecimientos que se suceden a un ritmo acelerado. A la vez que podemos constatar como los seres humanos se han alejado como nunca había ocurrido de su conexión con la naturaleza, de su nexo como reino consciente del planeta. El orgullo, el poder y el materialismo atenazan a las personas en un mundo donde los intereses y los gobiernos solo hablan de cosas materiales mientras miran para otro lado sobre los aspectos humanos.

¿Cuál es la nueva gastronomía? Cada uno debería reflexionar y analizar su significado y como desea colorear su relación con el alimento, con el territorio donde habita y con el conjunto del planeta. La gastronomía es un concepto que sea gestionado con una mirada pequeña e interesada, reducida, enfocando en un solo punto, cuando la visión que debemos tener sobre ella debe ser integral, capaz de reconocer todas las facetas y aspectos que interactúan en toda la dimensión de la palabra.

Es una evidencia el efecto que ha producido la globalización en el planeta, en lo que circunscribe a la alimentación y la gastronomía es claro que no se puede seguir haciendo las cosas del mismo modo. Cada pensamiento, cada rol, cada gesto, cada acción tienen consecuencias en lo cotidiano, en la interrelación que cada ser humano mantiene con la naturaleza, con el planeta.

Hablar con los sabi@s del campo, descubrir semillas tradicionales, cultivarlas, cosechar sus frutos y disfrutar de sus bondades organolépticas en la cocina y en la mesa, es una forma de vida.   «LA CIENCIA SE PUEDE APRENDER DE MEMORIA, PERO LA SABIDURÍA NO»    31 de diciembre de 2022.

No hay que ser un intelectual, ni ser doctor en profesión alguna, ni tener un máster, el acceso para comprender el principio que rige la vida en el planeta (nuestra casa) es a través de la humildad y la observación. La conciencia por las vivencias e integración de las leyes o valores universales son los que nos van a dar la posición para reconocer el equilibrio y el orden en las cosas.

A mi juicio; “hace falta democratizar la gastronomía para universalizar el alma”. Este año podemos poner orden a las cosas, hacer justicia y ver con total realidad el lugar donde nos encontramos. Hay que juntar, aglutinar y sentar las bases de la gastronomía del siglo XXI. El año 2023, debe ser el año del cumplimiento, de la verdad, donde todos sin excepción debemos mirar dentro para que fuera se constate una forma distinta de hacer las cosas. La base, la fuerza del cambio está en las personas que tienen una visión colectiva, esta dimensión permite a aquellos que están en la búsqueda y compromiso hallar la dirección, ver aspectos que de forma individualizada no es posible ni imaginar.

Por tanto, productores, investigadores, docentes, cocineros, ciudadanos, etc…debemos mirar la gastronomía con un enfoque muy distinto al que hemos hecho hasta ahora. La nueva gastronomía es aquella que expresa en el plato la interacción de un buen número de aspectos. Debe mostrar el cuidado de la tierra, el respeto por la biodiversidad de alimentos, el reconocimiento de los artesanos y/o productores, la salvaguarda de las tradiciones y la puesta en escena de los profesionales de cocina. Todo ello debe expresar la singularidad de un lugar del planeta y a la vez ser complementario y enriquecer las expresiones por la acción que cada ser humano interfiere.

Zanahorias tradicionales. Antonio García de Ateca, es un sabio de la huerta aragonesa. La única persona que ha sabido conservar esta semilla local, hereda de sus antepasados. Gracias Antonio.

Es el tiempo de recobrar el nexo y vínculo entre los actores que producen, transforman y consumen alimentos con la Tierra. Los seres humanos deben comprender que ser dependientes del alimento que les nutre por hábitos intencionados los hace vulnerables y estar expuestos al arbitraje de un tercero.

La gastronomía del presente debe expresar una interactuación perfecta entre el planeta y el lugar donde se da. A través de esta máxima se van a poder recuperar la esencia de sabores hoy desnaturalizados, se va a minimizar el uso de materiales fósiles, de plásticos, etc.… y se va a enfatizar en la expresión y diversidad de cada rincón de la tierra frente a la homologación, alineamiento y pérdida de expresión de las cocinas locales. Así mismo se recuperará la figura de los productores y se reactivarán huertas y cultivos abandonados por la competencia desleal fruto de la globalización sin escrúpulos. Todavía estamos a tiempo de recobrar una buena parte de la cultura hortícola, agrícola y ganadera tradicional, sede de la historia culinaria que ha modelado y caracterizado la gastronomía popular en cada rincón del planeta.

La nueva gastronomía es aquella que se conjuga y ensambla entre la singularidad y la complementariedad de cada uno de los matices que han conformado un territorio a lo largo de la historia y a la vez tiene en cuenta a cada uno de los actores que interactúan en la conformación de una receta.

La conducta alimentaria juega un papel vital en la conformación de este nuevo paradigma en la Tierra. Hay un futuro posible para todo el colectivo humano si abrimos el fuego y vivimos las leyes universales y no nos dejamos atrapar por el orgullo, el poder y el materialismo.

Libertad, certeza y fuerza para desarrollar un concepto nuevo de alimentación, donde la gastronomía sea resultado de la armonía entre la fertilidad de tierra y la biodiversidad vegetal y animal. Argumentos que son consecuencia de la conciencia humana y nos deben hacer reflexionar de cómo debe ser el verdadero vínculo entre -alimentos, personas y planeta- en cualquier rincón de la Tierra.

La gastronomía del siglo XXI debe satisfacer la salud, el placer y recuperar una alimentación en equilibrio con la Tierra.

¡¡Feliz año 2023¡¡

Salteado de hortalizas de invierno. Un plato en armonía con el territorio y el planeta, una receta singular, sabrosa y accesible a todo el mundo.

Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo.

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