06 Dic JUDÍAS CAPARRONAS DE FIESTA
El pasado reciente nos habla de la escasez de la proteína animal y nos enseña que la gente la suplía con proteína de origen vegetal y la legumbre era la mayor fuente que hacia este envidiable trabajo. Comer carne era en contadas ocasiones, para días muy señalados y no en todas las casas. Y el día que tocaba carne o era la fiesta del pueblo, un acontecimiento familiar o un día muy señalado.
Aquí les dejo una receta que combina legumbre y carne con un resultado excepcional. Todo suma cuando queremos buscar calidad y más aun sabor, tanto las judías como el pollo tienen nombre y apellidos lo que convierte a la elaboración en un plato que a uno le entran ganas hasta de bañarse dentro. Disfruten haciendo este plato antes, durante y después de comerlo pues es una obra culinaria que no tiene parangón.
JUDÍA CAPARRONA CON POLLO DE RAZA SOBRARBE
Ingredientes
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Judía “Caparrona” de Monzón, 360 gr.
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Cebolla “babosa” de Huesca, vivero Barbereta 1 unid.
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Ajo morado de Sariñena, 3 dientes.
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Pollo de corral Raza Sobrarbe de Velilla de Cinca, 1 unid.
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Zanahoria de Huesca,vivero Barbereta 4 unid.
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Puerro de Huesca, vivero Barbereta 2 unid.
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Aceite de oliva virgen extra variedad “Alquezarana” de Bierge, 1 dl.
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Patata de Torralvilla, 2 unid.
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Sal de Naval.
Elaboración
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Poner a remojo con agua fría alrededor de 14 horas las “Caparronas”.
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Cambiar el agua y poner a cocer con los ajos. Asustar con agua fría 3 veces durante la cocción y dejar cocer a fuego lento unos 50 minutos.
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Poner el pollo a cocer alrededor de 2 horas en una marmita o 35 minutos en olla exprés con la cebolla, zanahoria y puerro.
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Cuando estén las “Caparronas” tiernas, colar y retirar el agua. Colar el caldo del pollo y añadir a las “Caparronas”.
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Poner a punto de sal las judías y acompañar con la carne.
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Cocer a parte unas patatas en trozos para guarnecer las “Caparronas”.
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Servir y a soñar comiendo judías “Caparronas del día de Fiesta”.
Comentario
Hacer este plato con los ingredientes que les cito es un ejercicio de fe, cuando nunca antes se ha comido algo semejante, pero les aseguro que cuando lo prueben comprenderán que ha merecido la pena el intento. Sabor, sabor y más sabor que hacen levitar el animo y ver las cosas con otra perspectiva, incluso a uno mismo.
Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo.
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