15 Nov JUDÍAS CAPARRONAS DE MONZÓN
Estamos ante otra semilla de primer orden en Aragón, tuvo un pasado esplendoroso y esta teniendo un presente discreto y de no ser por la Asociación de promotores y dinamizadores de la Judía Caparrona de Monzón quizás podríamos hablar de una semilla en peligro de extinción. Javier de Pablo de Albalate de Cinca, Javier Sorinas de Binaced, Enrique Torres de la Almunia de San Juan y Carlos Trallero y Jesús Raluy de Monzón son los guardianes y héroes que están apostando por la recuperación de este monumento alimentario aragonés.
Javier Sorinas en su finca de Binaced
Una variedad de Aragón de mata alta y consumo en seco preferiblemente aunque hay noticias de su consumo para judía desgranadera e incluso para tierna. El desarrollo industrial la llevo a la casi desaparición entre los años 1970-1980. La pérdida de cultura ligada a esta semilla, el abandono de las personas del campo por otras actividades una vez más han pasado factura al patrimonio Alimentario Aragonés.
Judía Caparrona de Monzón
JUDÍA CAPARRONA CON SETAS
Ingredientes
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Judía variedad “Caparrona” de Monzón, 350 gr.
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Agua de la coccion de las setas, 1 litro.
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Boletus edulis, 250 gr.
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Senderuela, 200 gr.
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Aceite de oliva virgen extra variedad “Alquezarana” de Bierge, 1 dl.
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Sal de Naval.
Elaboración
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Poner a remojo con agua fría la noche anterior las caparronas durante 12 horas.
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Cambiar el agua y poner a cocer con agua fría por espacio de 50-60 minutos. Asustar 3 y hasta 4 veces el hervor.
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Limpiar las setas y saltear con un chorrito de aceite tapando la sartén para que suelten el agua y reservar el jugo que desprenden.
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Una vez cocidas las caparronas, escurrir el agua de cocción e incorporar el jugo de las setas.
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Saltear de nuevo las setas con un poco de ajo y aceite.
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Emplatar las caparronas y acompañar con las setas salteadas. Condimentar con una raya de aceite crudo y unas escamas de sal.
Comentario
La judía Caparrona es un excelente ejemplo de calidad, sabor y adaptación al territorio. Destaca por su color y dibujo del grano, así como el de la excelente integridad después de la cocción, la piel bien adherida, una consistencia blanda y mantecosa y un sabor extraordinario. En definitiva una judía que invita a repetir.
Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo.
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