JUDÍAS DE LA MANTECA DE BORDÓN

JUDÍAS DE LA MANTECA DE BORDÓN

La judía mantequera, judía de la manteca o judía de mantequilla como se las conoce a esta variedad local, tuvo un pasado glorioso pero poco a poco ha ido perdiendo presencia en las huertas tradicionales. El nombre les viene tanto por su color blanco similar al de la manteca como por el de su exquisita textura, parecido a la mantequilla.

Semillas, judía de la manteca de Bordón

Una variedad que merece todos los honores por sus atributos y el poso cultural que ha dejado en las generaciones que han sabido disfrutar de ella. En primer lugar hay que dar las gracias al vecino aragonés que ha sabido custodiar y mantener en activo hasta nuestros días esta variedad tradicional, Manuel Monfort de Bordón (Teruel) y en segundo lugar a los hermanos Rosi y Jacobo de Alcorisa por darme a conocer esta interesante semilla y recuperar este tesoro de la huerta aragonesa.

Jacobo Pitarch

Hablamos de una planta de mata alta, excepcional para consumir las vainas en fresco, aunque el grano en seco es muy interesante. Posiblemente estemos ante la variedad de judía que ofrece una de las mejores vainas para consumir en fresco.

JUDÍAS EN SU JUGO

Ingredientes

  • Judías variedad “De la Manteca” de Bordón, 300 gr.
  • Cebolla fresca, 2 unid.
  • Patatas, 2-3 unid.
  • Calabacín de Codos, 1 unid
  • Ajo blanco, 4 dientes.
  • Aceite virgen extra variedad “Verdeña, Negral y Alquezrana” de Bierge, 1/4 dl.
  • Sal de Naval.

Flor, judía de la manteca de Bordón

Elaboración

  1. Limpiar las judías y reservar. Pelar las patatas, lavar, cortar en rodajas de 2 cm y dejar en agua. Lavar el calabacín y cortar en rodajas gruesas y por último pelar, lavar y cortar la cebolla en juliana.
  2. Empezar el plato rehogando la cebolla y las patatas sazonadas con abundante aceite durante unos minutos. A continuación mojar con dos vasos de agua y dejar cocer tapada la marmita unos 10 minutos. Incorporar el calabacín y las judías y dejar cocer todo junto hasta la total cocción, en torno a unos 8-10 minutos más.
  3. El agua no debe cubrir las judías.
  4. ¡¡Buen provecho¡¡

Comentario

Esta elaboración permite conservar todo el sabor de la judía, el caldo resultante es una auténtica delicia. Sabor excepcional y textura única la de esta sencilla fórmula culinaria que muestran la grandeza de la cocina popular y la riqueza de la gastronomía local.

Resulta descorazonador, ver el modo y el soporte con el que organizan los mercados para comercializar los alimentos y darse cuenta del abandono del gusto y la identidad alimentaria en un modelo donde solo prima el ganar dinero y la rapidez para conseguirlo. Pero igual que durante estas últimas décadas hemos cometidos muchos errores, ya va siendo hora de cambiar y abrir los ojos para agasajar el paladar con alimentos como el de la receta de hoy.

Un error que tomando consciencia podemos entre todos dar la vuelta para permitir que las generaciones futuras, puedan disfrutar de algunos de los tesoros que ha regalado la naturaleza a los hombres e incluso hoy no todo el colectivo humano tiene ya acceso.

Vainas, judía de la manteca de Bordón

Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo.

 

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