22 Jun PIMIENTO DE FREÍR DE RUDAGÜERA
El descubrimiento de América trajo cosas importantes al viejo mundo y Cantabria quedó bien provista de alimentos que conformaron un cambio radical social y económicamente. La historia agrícola y culinaria se transformó con los nuevos cultivos de maíz, alubias, patata, tomate y pimiento. La realidad en Cantabria fue mayor debido al fracaso de las cosechas de cereales principalmente por las condiciones climatológicas de la región cántabra. La variedad de alimentos era escasa, eran habituales las cebollas, coles, nabos y algo de carne de cerdo y su manteca.
El escritor y novelista José María de Pereda cita la presencia de los pimientos en los mercados semanales en su obra El sabor de la Tierruca; Después, en espacios más anchos, los zapatos de Novales, las abarcas de Carmona, los yogos y prisiones de Cieza; los montes de pan en roscos, en cruz y en tortas; los calderos y trébedes de Balmaseda; los puestos de baratijas, como dedales de acero, alfileteros de latón, navajas de poco más o menos, cordones de estambre y gargantillas de cristal; las montañas de pimientos morrones y choriceros; los corderos en capilla,….
El municipio de Alfoz de Lloredo lo conforman siete pueblos; La Busta, Novales, Cóbreces, Oreña, Rudagüera, Cigüenza, Toñanes y Novales, este último es la capital del municipio. La localidad de Rudagüera se localiza en el interior del municipio, se sitúa a 70 metros de nivel del mar y la componen tres núcleos o barrios; San Pedro, Lloredo y Fresnedo. Este pimiento se ha cultivado durante generaciones en Lloredo, se comía en fresco en la temporada y los ejemplares maduros se secaban para su posterior huso. Pacita es una de las grandes hortelanas de esta tierra, su jubilación llegó esta década, mantenía más de cinco variedades de alubias, varios tomates, cebollas y los afamados pimientos de freír. Excepcional mujer que defendió toda su vida la cultura de la huerta en el mercado de Cabezón de la Sal los domingos. Esta variedad de pimiento la llevaba únicamente ella y causaba gran aceptación cuando llegaba la temporada. El semillero se prepara en la mengua de marzo, se llevan a campo en el mes de mayo y a mitad de julio se empieza a recolectar los pimientos verdes, los rojos se cosechan hasta el mes de octubre.
Estoy hablando de una singularidad que no existe en el mercado convencional y que de no cambiar y edificar la profesión de hortelano y tratar de recuperar la diversidad hortícola local conformada en los dos últimos siglos, estamos frente a una variedad de pimientos que solo permanecerá en el recuerdo de aquellos que hayan tenido la fortuna de degustarla.
Decía el gran periodista y escritos aragonés Darío Vidal, -nadie puede hablar de aquello que no conoce-. La cultura empieza a construirse desde la infancia y hoy la educación alimentaria se ha alejado demasiado de las aulas. Esta conducta esta privando a los jóvenes de hablar y de disfrutar en la mesa de alimentos que han formado parte de la historia local allí donde viven.
PLATO DE LA ABUELA
Ingredientes
- Pimiento de freír de Lloredo, 2 docenas.
- Patatas, 2 unid.
- Chorizo, 4 trozos.
- Huevos, 4 und.
- Aceite virgen extra variedad de Sasa del Abadiado, 1/2 dl.
- Sal de Naval.
Elaboración
- Pelar las patatas, cortar, lavar, escurrir y freír.
- Freír los chorizos o hacer a la parrilla.
- En el mismo aceite freír los pimientos y luego los huevos.
- Emplatar y disfrutar.
- ¡¡Buen provecho¡¡
Comentario
Hago este plato en reconocimiento y agradecimiento por su dedicación y cuidado de la huerta a Pacita y a todas las mujeres hortelanas cántabras, en esta tierra su labor fue transcendental ya que los hombres dedicaban su tiempo a atender el ganado. No sé si el motivo de la erosión genética tan rápida en la huerta cántabra ha sido por ser una labor que desempeñaban las mujeres, pero lo cierto es que ha corrido demasiado rápido.
La identidad y singularidad de esta variedad de pimiento es un monumento de la huerta Cántabra. Tradicionalmente se come el fruto inmaduro que presenta un color verde para freír pues apenas tiene piel (algunos pican), cuando alcanzan la madurez y toman el característico color rojo se pueden comer en ensalada o se secan y la pulpa se utiliza para dar color a la carne, los adobos, etc,…
Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo.
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