Queridos amigos y amigas, quiero compartir en este recién inaugurado año 2016 un aspecto fundamental para trabajar y tomar consciencia en todo lo que concierne a la alimentación.
Hemos dejado atrás un año más, el pasado no cuenta, solo sirve para anclarnos en el presente y no nos permite avanzar, tenemos que experimentar nuevos sistemas de comportamiento, lo viejo no sirve, solo podemos utilizarlo para saber qué es lo que no tenemos que repetir.
Cuando diseñe el blog www.alimentaciondelpresente.com, no fue algo caprichoso, una idea vaga en la que opinar y escribir sin más, este blog y todo cuanto aparece en él está confeccionado para invitar a la reflexión y la toma de responsabilidades. Podemos abrir un nuevo camino para que la sociedad pueda entender que hay otra forma de hacer las cosas frente al alimento.
La información y datos que apunto son para compartir y mostrar otra forma de vivir el mundo de la alimentación, con el objetivo de poder actuar ante los cientos de situaciones contradictorias que se presentan a diario cuando estamos frente al plato, cuando realizamos la compra y cuando entendemos que labor desempeñan los productores agroalimentarios en la tierra.
Desde hace años he venido preguntándome miles de veces que posición tomar para tratar de comprender esta inercia destructiva del planeta tierra y sus reinos, (mineral, vegetal, animal y humano). De seguir así, dejaremos a las generaciones futuras una herencia peor de la que encontramos nosotros.
Es una evidencia que en la actualidad hemos retrocedido en la calidad, cantidad y biodiversidad de la cesta de la compra. A mi juicio lo más transcendental en todo esto ha sido la despreocupación por defender, proteger y edificar las zonas rurales y con ello la labor de la figura de los productores artesanos, los alimentos diferenciados y toda la cultura tradicional alimentaria ligada a ello.
En mi caso, con la experiencia que tengo, ya no hay duda y sí certeza en cuál es mi responsabilidad frente al alimento. Los datos hablan por sí solos, nuestro paladar cada día se ve privado y en ocasiones tiene que decir hasta siempre a un sinfín de sabores, aromas, olores, texturas a un buen número de productos y delicias gastronómicas con las que nos deleitaba el reino vegetal y animal al ser humano. En los últimos años la especulación y las producciones en serie han hecho un daño casi irreparable, perjudicando a nuestra salud y a la del planeta tierra.
El primer paso que nos va a ayudar y nos debería poner en acción es saber cómo sentimos en nosotros, dentro de nuestra piel, todo lo que respecta a la situación global que hay en torno a la alimentación, su producción, su transformación y la manera de consumo que hacemos los seres humanos. A partir de aquí cada uno debe comprender que le satisface más y como le hace sentir.
La sociedad de hoy día, marcha sin valores, hay montones de ejemplos dentro de la vida cotidiana que son irresponsables, pero en la mano de cada uno está el querer cambiar las cosas. El mundo de la alimentación no es ajeno a esta incertidumbre y esta sufriendo muchísimo todas las agresiones, complicidades, inconsciencias, especulaciones de todos los humanos que miran para otro lado y no se implican en la transcendencia que ello tiene para la salud propia de uno mismo, la familia, la sociedad en general y la del planeta.
Estoy totalmente comprometido con la ALIMENTACION DEL PRESENTE, tengo la certeza que los consumidores tienen una fuerza y poder inconmensurable en sus elecciones y toma de decisiones y por ello os transmito que en la mano de cada uno está el continuar así o el buscar, el modo de cambiar las cosas dentro del panorama alimentario. Cada uno de nosotros podemos configurar y ser soporte al cambio que queremos ver a nivel local y global. Cada gesto, opinión, acción es importante para promover una alimentación universal en beneficio del colectivo. Para ello debemos conocer y comprender algunas cuestiones y actuar en consecuencia:
• Edificar la labor de primer orden que realizan los escasos productores artesanos y su repercusión en las zonas rurales.
• Comprender el significado que tienen las semillas.
• Divulgar la gastronomía tradicional basado en la elaboración con productos locales.
• Apoyar la producción sostenible de productos vegetales y animales.
• Fomentar el uso y consumo de productos de cercania.
• Promover una cocina creativa, sostenible para disfrutar y construir un mundo mejor.
• Comprar a productores locales y artesanos que salvaguardan el territorio.
• Buscar productos frescos y/o transformados menos dañinos para la salud propia y del planeta.
La alimentación que reconoce el elemento tierra, es la alimentación del gusto por la vida, es el retorno a la alimentación que protege a los reinos de la naturaleza, reino mineral, reino vegetal y reino animal. Esta forma de comer permite al hombre reencontrar su posición y abrirse a estar en su identidad, mejora la comunicación y comprensión hacia los demás y conduce a una mejor posición para afrontar las diferencias entre personas y cambios en la vida.
En este momento donde vemos como el mundo esta dividido y mostrando lo peor del ser humano, yo os invito al cambio. Comparto la alimentación basada en el gusto por la vida, por las tradiciones, por el reconocimiento de las culturas-gastronómicas locales, por la cocina identitaria, por los productos con identidad, por la cocina con nombre y apellidos que beneficia al colectivo de todos los seres humanos.
El ser humano tiene una capacidad infinita de creación, que este espacio les ayude en el presente año a buscar y crear para poner orden y sentido a su salud y la del planeta.
“Cambiando la forma de comer, cambiamos el mundo y el gusto por la vida”
Con todo mi afecto
Ismael Ferrer
Bibliografía consultada.
– Tratado de Telurología. D.Didier. Ediciones Parientes, 2002.
– La Nutrición Sensorial. Didier Delrieux & Abigaelle Lacombe Didier. Ediciones Maison Dunoyer, 2012.