10 Nov SANDÍA DE ZARZUELA DEL PINAR -SEGOVIA-
José Luquero a la derecha de la foto.
Esta sandía procede de la localidad segoviana de Zarzuela del Pinar. José Luquero natural de Navalmanzano y comprometido con la salvaguarda de las variedades tradicionales de su entorno me da a conocer esta semilla por su excelente sabor y la tradición secular del cultivo y consumo de esta sandía en el verano. Los herederos de la familia de Zarzuela del Pinar de esta semilla recuerdan que su abuelo falleció con 105 años y siempre la había visto cultivar en la casa.
Semillas de sandia de Zarzuela del Pinar.
Hablamos de una sandía de secano, se siembra en torno a San Isidro en tierra de arena húmeda y fresca y se empieza a recolectar para la virgen de agosto y durante el mes de septiembre.
Valoración tradicional
Variedad de gran sabor, la carne es de una textura suave y blanda. El consumo habitual es para el postre, resulta muy refrescante y su sabor dulce la hace muy atractiva para mayores y pequeños. Tiene semillas en su interior y no es una molestia para comerlas es una garantía de sabor.
Hortal de sandías en Navalmanzano.
El zumo de la sandía es una bendición por su frescor y sabor herbáceo, ofrece un color rubí muy seductor para invitar a probarlo.
La receta de hoy la conocí en la isla de Creta, hasta hoy no había tenido una sandía que me invitara a reproducirla en España, pero con la sandía de Zarzuela del Pinar os aseguro que el resultado es pura magia culinaria. Los Dioses del Olimpo seguro que degustaron esta combinación de dulce y salado que resulta tan sustanciosa como apetitosa.
Sandía de Zarzuela del Pinar.
SOPA DE SANDIA CON QUESO
Ingredientes
- Sandia, 1 unid.
- Queso Feta, 300 gr.
- Sésamo, una pizca.
Elaboración
- Lavar la sandía, retirar la corteza y semillas y triturar en Thermomix.
- Cortar el queso, verter el zumo de sandía en el plato, acompañar con el queso y decorar con un poco de sésamo y unas hojas de menta.
- ¡¡Buen provecho¡¡
Sopa de sandía con queso.
Comentario
Otro alimento comestible que sale a delante sin agua del cielo, con pocas exigencias y que guarda dentro de la semilla, información privilegiada fruto de la adaptación de decenas de años al territorio donde es originaria.
El menosprecio a la sabiduría de los habitantes del medio rural es un error impagable, muestra la peor cara de los sápidos de la ciudad, que tratan de enmascarar la verdad del modelo alimentario actual sin tener un ápice de conocimiento de lo que representa la relación entre las personas, el territorio y el alimento.
La deslocalización de los cultivos para especular con ellos ha vuelto vulnerables a ciudades e incluso pueblos y hoy dependen de los víveres que llegan por carretera o avión.
El sabor ha quedado acomplejado ante el todopoderoso marketing, por lo que la comida ha pasado a ser un objeto donde solo importa el continente y no el contenido.
La era de la globalización, de comer cualquier cosa de cualquier parte del mundo se ha terminado, en los próximos años veremos donde nos ha llevado esta mentira adornada para lucrar a unos pocos. Estas acciones han servido para propiciar la huida de los pueblos, alinear la oferta alimentaria y hacer dependientes a la sociedad.
La libertad ha sido expropiada y la vida comprometida. ¿Aún no nos hemos dado cuenta?
“Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo”
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