18 Dic TOMATES DE COLGAR EN SAMPER DE CALANDA -CUANDO LA SENCILLEZ SE ECHA EN FALTA-
Todos los seres humanos sin excepción tenemos cosas a dar y también a recibir, “Gracias a Dios”. Estamos en un momento donde las elecciones individuales que hacemos nunca han tenido tanta repercusión en lo colectivo, donde las decisiones si se toman bien, tendrán buenas respuestas.
A principios de diciembre pase unos días en Aragón, una de las jornadas fue intensa en horas fuera de casa, en kilómetros, en conocer personas y en encontrar semillas. Estuve en tierras de Teruel, aunque ya había visitado algunas poblaciones de la comarca del Bajo Martín años atrás, todavía no había dado con alguna de esas semillas que son un verdadero tesoro, un hallazgo en toda regla. Ese día, la fortuna me sonrió, 3 semillas 3, melón de invierno de guardar, tomate de colgar y garbanzos de casa. Semillas que llevan cultivándose varias generaciones en manos de gente sabia, en una localidad con más de 600 hectáreas de regadío y que actualmente ya solo se cultivan menos de 50. Semillas de gran poder prolífico, adaptadas al territorio, muy rústicas y con ausencia de enfermedades donde el vínculo con el lugar que las acoge durante generaciones, es el equilibrio, la armonía y una complementariedad que solo la naturaleza genera cuando las cosas se dan con los ritmos que marca la vida misma.
Momento de análisis y disfrute observando las semillas, un mundo de información en un pequeño recipiente.
Peter Berg en su libro “Descubre el Huerto Biodinámico” aporta evidencias y reflexiones de gran valor en cuanto a la variabilidad de las plantas, -La calidad se encuentra en las semillas- y apunta esta realidad que comparto con ustedes. LAS PLANTAS HÍBRIDAS han sido seleccionadas por medio de procedimientos específicos para permitir una comercialización a nivel mundial homogénea. Estos híbridos artificiales son sensibles a las enfermedades, ya que carecen de la capacidad de adaptación a su zona de plantación. Más del 70 % de las variedades de hortalizas en todo el mundo proviene en la actualidad de semillas híbridas, obtenidas en unos pocos centros de producción, y como consecuencia la diversidad de plantas cultivadas a escala mundial disminuye cada vez más.
Es un hecho constatado, disminuye la diversidad, por ende, también el sabor y por otro lado aumenta la dependencia alimentaria y la contaminación. Todos estos factores dichos en un párrafo son la constatación de la destrucción de la gastronomía local, de la homologación de la cocina internacional y del error manifiesto que está realizando el ser humano en la tierra, creyendo que los cocineros son estrellas, cuando las estrellas de la verdadera gastronomía alineada con el planeta son cada hortelano, agricultor y ganadero que mejoran las condiciones de su hábitat o cuando menos lo mantienen.
Semillas de tomate de colgar de Samper de Calanda.
Por ello, puedo advertirles que el plato que les presento no les será fácil poder degustarlo, pero si les afirmo y doy fe, que cada cucharada de tomate que entro en mi boca era de tal sutileza y excelencia que difícilmente por no decir imposible se puede agradar el paladar con algo tan natural durante décadas en Samper de Calanda gracias a los tomates de colgar. La actualidad nos confronta con la verdad, está a punto de perderse en el tiempo por no haber relevo generacional esta semilla y todo el conocimiento en torno a ella. Recuperar con rigor y sensatez la labor de las personas que cultivan las huertas en el territorio rural es una de las vías para encontrar la armonía y equilibrio entre la tierra, las plantas y el ser humano.
Las semillas de las 3 especies que recogí están preparadas para ingresar en el Banco de germoplasma de Zaragoza. Aunque lo verdaderamente gratificante sería recuperar uno de los oficios más antiguos de la humanidad, el que hizo sedentarias a las civilizaciones y que las han dotado de singularidad y rasgos culturales únicos a través de todos los alimentos que surtía la huerta. Hoy, los gobiernos y el poder solo hablan de las consecuencias materiales, no hablan de los daños contra los hombres y las mujeres. ¿No les parece un verdadero genocidio acabar con la cultura hortícola y las semillas tradicionales?
Es desolador observar cómo toda está sabiduría queda relegada por hombres que jamás han pisado una huerta, muy probablemente hayan comido algo con cierto sabor y no pongan ni pizca de atención a la biodiversidad alimentaria, empobreciendo con ello para esta y las próximas generaciones, la calidad y cualidad gastronómica local de cada región en cualquier país del mundo.
CHIRETA DE BENABARRE CON SALSA DE TOMATE DE COLGAR DE SAMPER DE CALANDA
Ingredientes
- Chireta de Benabarre, 2-3 und.
- Tomate de colgar de Samper de Calanda, 700 gr.
- Ajos, 2 dientes.
- Perejil, un ramillete.
- Aceite virgen extra de Bierge, ½ dl.
- Sal de Naval.
Elaboración
- Lavar los tomates, cortar a la mitad y retirar las semillas. Pasar la pulpa por el rallador y reservar.
- Dorar los ajos en una sartén con un poco de aceite, incorporar un ramillete de perejil y freír unos segundos, acto seguido añadir la pulpa de tomate. Cocer durante 6-8 minutos.
- Pasar la salsa por un colador fino, poner en un cazo y rectificar sazonamiento.
- Cortar la chireta cocida en rodajas, rebozar y freír en aceite de oliva.
- Disponer 4-5 cucharadas de salsa de tomate en el plato, colocar 2-3 rodajas de chireta en el plato y decorar con hierbas aromáticas.
- ¡¡Buen provecho¡¡
Comentario
Un plato tradicional, con ingredientes tradicionales para mostrar que la sencillez es tanto o más sublime que cualquier botiperio o enredo de comida cara y sin personalidad alguna.
Una pieza de tomate de colgar se llega a conservar hasta el final del invierno e incluso algunos llegan a los meses de mayo y junio. Es como una píldora concentrada de la esencia del tomate, con todo el sabor y singularidad del lugar donde se da.
Carácter y personalidad de alimentos llenos de historia.
“Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo”
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