20 Jun TRONCHERAS O VAINETAS DE DOBRES -CANTABRIA-
Las alubias llegaron de América a la Península Ibérica a lo largo de los siglos XVI y XVII, a medida que se iban introduciendo, conociendo su cultivo y todas las bondades que presentaban fueron tomando una posición relevante dentro de la tradición agrícola y alimentaria en numerosos pueblos y ciudades de España.
Dato que queda reflejado con gran exactitud en el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico (1845-1850) de Pascual Madoz, donde la legumbre y de manera muy especial las alubias o judías tomaron un papel relevante en la cultura agrícola del siglo XVIII y XIX.
El éxodo rural y el abandono de las tradiciones agrícolas durante la segunda mitad del siglo XX en numerosas poblaciones y núcleos de España provocaron la mayor erosión genética en lo que se refiere a especies hortícolas y de legumbres nunca antes vista y/o conocida.
Hoy nos podemos felicitar todos, escribir sobre el alimento objeto de este artículo es obra de un trabajo colectivo. La semilla de esta judía o alubia se prospecto por personal del INIA de Madrid en el año 1995 y ha estado conservada en el Centro de Recursos Fitogenéticos CRF durante todo este tiempo.
Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), es un organismo público creado en 1971 dedicado a la investigación, desarrollo e innovación en el área agrícola, ganadera, alimentaria, forestal y medioambiental. El Centro de Recursos Fitogenéticos (CRF) es un centro que pertenece al INIA y que tiene una labor de salvaguardar el material vegetal y coordinar los recursos Fitogenéticos de los Bancos de Germoplasma en España.
Este error que se ha cometido durante tantos años de despreciar las semillas y la labor de los hombres y mujeres del campo, es una situación que todavía no ha sido redimida y puesta en la luz. Es un acto de consciencia poder reconocer que la vida se nutre de palabras, actos y de alimentos. Si el alimento desaparece, con él se va el carburante y la materia prima que nos permite vivir vinculados a la Tierra.
Esta semilla cayo en buenas manos y hoy podemos mostrarla a la sociedad. La responsable del Banco de hortofruticultura de CIFA, Eva García solicitó una muestra de semillas el año 2021 para duplicar semilla y tener datos sobre la aptitud para su consumo y las cualidades de las semillas o vainas. Una familia de Pesaguero replicó el cultivo y recogió semillas para poder realizar un ensayo de judías de vaina con esta y otras variedades locales en el presente año 2022.
Consultados hortelanos de la Comarca de Liébana, esta alubia y en especial el uso y consumo de las vainas eran conocidas en el territorio, aunque se llegó a perder la semilla.
Durante el presente curso escolar, el proyecto “Legumbres de Cantabria”, ha elegido dentro de las 10 legumbres más representativas, la alubia de Dobres para poner en valor y dinamizar una judía apta para su consumo en fresco. Durante el presente año se ha realizado un ensayo con otras dos variedades de alubias de vaina para contrastar datos agronómicos y gastronómicos sobre el comportamiento de las tres variedades en el campo y en la boca.
La alubia de Dobres es una variedad rústica con buen comportamiento, planta de enrame, llama la atención el color morado de su tallo y la belleza de las flores de color lila fuerte. Ofrece un fruto de una singular belleza, vainas sin hebra que miden entre 16 a 20 cm de largo, la sección es elíptica y se puede comer la vaina aunque el grano este un poco marcado. El color de la vaina es morado y con algunas manchas verdes en los extremos, durante la cocción la tonalidad morada desaparece de las vainas. Después de la cocción la textura es crujiente y el sabor recuerda a hierba fresca. La forma del grano es arriñonado corto y aplanado, de tamaño medio y color marrón. Es una planta que merece una especial atención por la singularidad y calidad de sus vainas para consumo humano.
TRONCHERAS CON RAPE
Ingredientes
- Troncheras o vainas de alubia de Dobres, 800 gr.
- Rape del Cantábrico, 4 rodajas.
- Aceite virgen extra variedad arbequina de Bolea, 1 dl.
- Perejil, un ramillete.
- Ajos, 4-5 dientes.
- Vinagre de vino 2 c.s.
- Sal
Elaboración
- Limpiar las vainas y poner a cocer en agua hirviendo sazonada durante 10-12 minutos una vez que hierve el agua. Retirar al agua fría, refrescar, escurrir y reservar.
- Sacar los medallones de cada rodaja, sazonar y marcar a la plancha o parrilla. Colocar en una bandeja con un chorro de aceite y terminar 2-3 minutos en el horno.
- En una sartén rehogar los ajos laminados, incorporar el perejil y el vinagre, ligar la salsa e incorporar las vainas, saltear durante 1 minuto, poner a punto de sal y emplatar.
- Colocar las vainas con dos medallones de rape y salsear.
- ¡¡Buen provecho¡¡
Comentario
Un alimento que formó parte de la historia durante algo más de dos siglos en la cultura hortícola de la Comarca de Liébana, despareció a finales del siglo XX y casi tres décadas después vuelve a hacer acto de presencia en la tierra Cántabra. Estaría bien que tomará el esplendor que a buen seguro tuvo tiempo atrás, para complementar la cesta de la compra.
Un alimento que teniendo agua y tierra como hay en la tierra de Liébana debe tomar su espacio para dejar de importar judías o vainas frescas procedentes de cientos o miles de kilómetros. La recuperación del vínculo con la huerta, el hecho de dignificar la profesión de hortelano, aumentar el sabor en la mesa y reducir la huella ecológica, son argumentos suficientes para recuperar una parte de la tradición alimentaria y la identidad de este bello paraje a través de una semilla y una historia real.
Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo.
Sin comentarios