24 Ene DÍA INTERNACIONAL DE LA EDUCACIÓN
Cada 24 de enero se celebra esta efeméride que proclamo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuyo objetivo es concienciar a la sociedad del papel que desempeña en la paz y el desarrollo.
Educar en consciencia significa caminar en buena dirección. La educación, el valor y la fuerza que representan al colectivo humano tienen una importancia preponderante para abrir un espacio nuevo donde se refleje el papel de la cultura colectiva y la vida sostenible en el planeta Tierra.
Igual que el aire que respiramos no conoce fronteras, la educación no conoce signo político. Nada de verdad puede crecer sin libertad, la consciencia y ejemplo que ponemos en las cosas tienen la medida para hacer las buenas elecciones para el conjunto de la sociedad.
El ser humano está influenciado y marcado por el pensamiento, las ideas y las vivencias en la familia, el colegio, la universidad, los amigos, el trabajo, la lectura, las redes sociales, etc,…) y muchas de las veces todas estas cuestiones le impiden conocerse a si mismo. Los seres humanos son lo mismo en todas partes, lo que cambia es el lugar donde nacemos y vivimos, el principio es semejante y el final es consecuencia de las experiencias y el altruismo hacia el colectivo humano.
Todo parte de nosotros, de la posición que cada uno toma en la vida, la verdadera educación comienza con los valores, no va con la derecha o con la izquierda, no presume de títulos y olvida a los analfabetos, no se fija en la imagen que damos, sino en el corazón que escondemos.
Las decisiones individuales tienen repercusiones colectivas, la educación es elección de libertad y consenso. Por todo ello, la posición que cada hombre y mujer comprometido con el colectivo humano sin distinciones pone en sus pensamientos, ideas y acciones permiten crear los cimientos para construir cosas solidas en la vida.
Hay que ser responsable y saber dispersar todos los obstáculos que no permiten la armonía, ser conscientes que hay solo una verdad, para ello la humanidad debe tomar confianza y creer en si misma para cambiar la realidad. Es la fuerza de la unidad y la energía de consciencia la que permite una verdadera educación universal para impactar no solo en las cabezas sino también en los corazones.
Las leyes de educación en este país, el único propósito que han conseguido es el de dividir y dificultar un desarrollo integral del conocimiento. Decía Tolstoy; Las personas buscan vivir de otras personas, no con las otras personas. La educación debería enseñar a vivir de manera colectiva. “No hay grandeza donde faltan la sencillez, la bondad y la verdad”
En la educación actual se prima la individualidad para sobresalir por encima de los demás, y lo que realmente hace falta buscar es la complementariedad de las diferencias. Hace falta activar la consciencia constructiva, la fuerza del colectivo.
En la edición del año 2021, el lema es: Educación para los pueblos, el planeta, la prosperidad y la paz. La agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible indica que la educación es clave para el éxito de los 17 objetivos. El objetivo número 4 de Desarrollo Sostenible establece como objetivo; “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. Dentro de este objetivo se establecen distintos aspectos como; ayuda a erradicar la pobreza y el hambre, mejora la salud, promueve la igualdad de género, reduce la desigualdad, etc,…
Cierto es que la acción y la propuesta revela que la sociedad en su conjunto debe cambiar conductas para tomar formulas, vías y/o caminos que fomenten el entendimiento, la comunicación y el reconocimiento reciproco entre países, personas, educadores y alumnos. Por lo que la educación es base y principio del conocimiento, del equilibrio, del orden, de las cosas esenciales en la vida, de esta manera los responsables de cada área por la intención y ejemplo que dan son la llave para construir y hacer posible que los objetivos se puedan alcanzar.
La agenda 2030, en base a lo que dicta la (ONU) como medidas prioritarias para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible es una obviedad atendiendo a la situación que vive la humanidad en el planeta, la pregunta que debemos hacernos es; ¿qué se esta haciendo en las aulas? Hay un valor ecologista en alza en aspectos, como el reciclaje, usos de materiales, etc,… ¿qué esta pasando con el modelo alimenticio? Muy mejorable en todos los ámbitos y que sigue sin ser el centro de atención, algo que ya no podemos seguir evitando si realmente se quiere cumplir con los objetivos y recuperar el rol como parte del planeta.
Seguramente como ocurre en esta sociedad divida, la cosa ira por barrios, pero si dentro del Plan General de Centros y la organización de los distintos departamentos no se esta recogiendo esta necesidad y no hay una implicación manifiesta por equipos directivos y docentes; ¿qué presente y futuro estamos construyendo en las aulas para cumplir con los objetivos?
La Tierra, pide con celeridad dedicar un tiempo y un espacio a crear “cultura del planeta”, el papel que tiene la investigación, la vertebración, el desarrollo sostenible, la compra local, el conocimiento de las variedades vegetales y razas animales tradicionales, la gestión exquisita de los recursos, la vida colectiva, la innovación, etc,…son la clave.
Mientras la administración sigue acomodada, los mercados y el poder deciden como debe estructurarse la sociedad y el modelo educativo fruto de la desidia política no recoge de manera general las necesidades del conjunto de la sociedad, es evidente que la convivencia, la buena educación y el respeto al planeta queda desamparado.
La medida por donde empezar es fomentar en los centros educativos los 17 objetivos de desarrollo Sostenible, aplicar programaciones creíbles y verosímiles, mostrar el papel de los valores universales como parte indisoluble del ser humano y esencia para la convivencia entre hombres y mujeres. Enseñar a superar el modelo de sociedad materialista, que el fin no justifica los medios y que la responsabilidad que cada uno tiene es personal e intransferible y tiene un impacto directo sobre sus congéneres, las plantas, los animales y el propio planeta.
Comienza un nuevo año y los adultos debemos dar ejemplo con la palabra y con los hechos, es momento de expresar con buen soporte el papel integrador de la educación en la sociedad; conocimiento, convivencia, fraternidad, solidaridad, amor, actitud positiva, etc,…
Dar direccionalidad al modelo educativo con la mejor intención es tarea que concierne a todas y todos.
¡¡Comer en consciencia, en base a alimentos tradicionales de proximidad es el mejor ingrediente para educar nuestro cerebro, nuestro corazón y nuestra alma¡¡
Melón de Torres de Berrellén con almendras y hierbabuena.
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