“DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA” -22 ABRIL 2023-

 “DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA” -22 ABRIL 2023-

Porque formamos parte de la tierra, podemos cambiar las cosas. Es importante creer en la operatividad y trascendencia en todo lo que hacemos por nosotros, por nuestros semejantes y por el planeta.

Es una evidencia que el sistema está colapsando, el modelo social queda obsoleto, los mercados hacen aguas, etc., ¡¡la vida nos da una nueva oportunidad¡¡

Más de medio siglo que se celebra esta efeméride y tengo la impresión de que todavía no hemos conectado con el pulso de la Tierra. Esta Tierra que nos acoge y permite que la vida sea.  

Prospectando semillas y saberes en la huerta Cántabra. San Vicente de la Barquera, invierno de 2023.

Resulta verdaderamente difícil que la humanidad pueda ser ella misma, cuando la libertad, los sentimientos y la verdad están coaccionados. Seguramente nos habremos preguntado cual es la esencia de nuestra existencia, ¿alguien ha constatado esta evidencia?

Hace falta verbalizar y vivir la palabra consciencia fuera y dentro de uno mismo, cuando digo consciencia hablo de conocimiento y humanidad en beneficio del colectivo, de conectar con el corazón, el alma y el espíritu. En otro sentido, sobrecoge el escenario de miles de corazones petrificados, amarrados por el inconsciente, donde las ilusiones y ganas por construir son una caricatura de la verdadera esencia y designio de cada individuo.

 La globalización, la pandemia, la inmigración, el hambre, la contaminación, etc. …están en todas las partes del planeta. ¿Acaso no respiramos todos el mismo aire? El ser humano es el mismo en todas partes; es el orgullo, el poder y el materialismo el que divide y nos hace daño. Demasiadas reglas, leyes y normas para la vida en este planeta. La libertad está dentro del ser humano, es una decisión escudriñar y buscar dentro de uno lo que nos impide ver la verdad, -la realidad es bien diferente a lo que vemos actualmente-.

Por ello la vida, no se sostiene por el número de coches, casas, dinero, viajes, premios, etc., … que uno acapara, la vida se sostiene por la humildad que uno tiene en conocer quién es y reconocer a los que le rodean. La vida, es un reflejo de la siembra que uno hace en la misma.

Tesoros de la cultura alimentaria de Aragón. Teruel, verano del 2021.

 –Al igual que el arado tiene que experimentar el roce y el desgaste del contacto con la tierra, la semilla tiene que sentir el abrigo de la tierra para germinar y el hombre tiene que cultivar el conocimiento y la paciencia para recoger los frutos-

La vida son vivencias que uno tiene que experimentar, estas, no son transferibles, cada uno tiene que beber el trago que le corresponde, no es ni mayor ni más corto, es lo que necesita.

 Aprendemos el nombre de cientos de marcas, modelos, referencias, etiquetas, etc., …  de objetos o cosas que limitan la biodiversidad y, sin embargo, toda esa abundancia que corresponde a la biodiversidad vegetal, la que nos ofrece el oxígeno que respiramos y el alimento que nos mantiene vivos apenas le prestamos atención.

En la diferencia y la complementariedad es donde está la posibilidad para comprender una cosa y otra. La biodiversidad vegetal, es la base y el sustrato esencial para la vida en la tierra. El gusto que nos conecta con la tierra nos conecta con experiencias y momentos que nos religan aún lugar y aun sabor que guardamos en nuestra memoria. Si no fomentamos la biodiversidad vegetal, como base cultural de la sociedad actual, estamos cometiendo un error tan grave, que las consecuencias las estamos viendo y sufriendo con toda su crudeza en el planeta.

Observamos como el negocio en la actualidad es el agronegocio, hasta hace medio siglo la alimentación estaba en manos de las personas, hoy la alimentación está en manos de las empresas. ¿Cuándo empezamos a poner en el centro de nuestra vida a la Tierra? La salvaguarda y cuida del planeta, el papel de la biodiversidad vegetal y la presencia de ese fruto en las cocinas y en las aulas es vital para el cambio que debe transformar la vida en este planeta.

Cocinando cultura. Huesca, primavera del 2007.

La clave está en la educación, en educar el corazón, el alma, y el espíritu, hay donde se esconde la verdad. Hay montones de personas con títulos, poder y dinero y utilizan esas herramientas no para el bien común, sino para su interés personal. Eso no es propio de personas listas, es una muestra de personas interesadas.

Evidentemente hay otras formas de ser y de estar. La vida la nutrimos con nuestras tomas de consciencia y lo que sembramos en los demás, todo lo otro no deja huella alguna en el tiempo ni trascendencia digna de elogio.

La Tierra necesita conectar con el corazón, el alma y el espíritu de cada ser humano para reencontrar el equilibrio. Pongamos la vida, la Tierra y a nosotros mismos en el centro de lo cotidiano. La respuesta está en aprender a vivir y consumir de manera diferente.  ¿Empezamos?

 

                        “Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo”

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