JUDÍAS DE VAINA DE LA MANTECA DE -LA REVILLA-

JUDÍAS DE VAINA DE LA MANTECA DE -LA REVILLA-

La Revilla es una pedanía de San Vicente de la Barquera, este núcleo rural tiene el honor de contar con un ilustre vecino, Samuel Álvarez Román. Su oficio, estar en conexión con la tierra, tristemente como no ostenta ningún título universitario y todavía en este país no se valora a las personas que dedican su vida a cultivar la tierra como se merece, quizás nunca le dediquen una calle o aparezca en una plaza, pero eso no quita que sea merecedor de ese tipo de reconocimientos.

Semillas de alubias de la manteca.

Samuel heredó esta variedad tradicional de su madre, hablamos de una semilla secular en la huerta cántabra y que por sus cualidades organolépticas la hacen acreedora de un reconocimiento muy notorio. Esta variedad se consume de manera tradicional las vainas de color amarillo, aunque el grano en fresco o desgranadera resulta muy interesante.

Flores de alubia de la manteca.

Tanto ha cambiado la vida en 50 años, que hemos perdido el sentido y la sensatez en tomar consciencia de si hemos obrado bien o hemos hecho errores. En lo que concierne a la cultura agrícola y gastronómica, les adelanto que el error es descomunal. De los pueblos se llevaba hortalizas, legumbres, huevos, conejos y aves de corral a vender a las ciudades, los mercados que tenían lugar en las plazas habilitadas se daba un trasiego de personas muy importante y el comercio estaba asegurado. La persona que venía en carro era considerada rica, otros venían con burro y otros andando con una cesta, todo se vendía porque todo se compraba.

Vainas jóvenes de la manteca.

Hoy los pueblos han envejecido y la población escasea, muy pocos cultivan y los que lo hacen es para autoconsumo, consecuencia de todo ello es la pérdida de biodiversidad y el abandono de la sabiduría hortícola, hechos que deberían alertar a la población en su conjunto por la repercusión que esta teniendo en la mesa, en el paladar y en el planeta.

Vainas de la manteca.

La época de siembra recomendable es para San Isidro, la recolección de vainas a partir de la Virgen de agosto. La planta es de mata alta, hace mucha zaramalla y las flores son moradas. Las vainas son anchas, carnosas, de 14-18 cm de largo y sin presencia de hilo. Estamos ante una de las vainas de mayor interés gastronómico, que no se encuentra en los lineales y que muy pocos tienen la fortuna de poder disfrutarla. Parece una contradicción que hablemos de una joya culinaria accesible a todos los bolsillos y que resulta sumamente difícil poder llevarla a la mesa.

Visita a Samuel en La Revilla.

VAINAS DE LA MANTECA ESTOFADAS

Ingredientes

  • Vainas de alubia de la manteca, 1,200 kg.
  • Cebolla de Carandía, 2 unid.
  • Tomata de 7 villas, 1 kg
  • Aceite virgen extra variedad “Verdeña, Negral y Alquezrana” de Bierge, 1/2 dl.
  • Sal de Naval.

Elaboración

  1. Limpiar las vainas, cortar en trozos regulares y reservar.
  2. Pelar las cebollas, rallar y poner en la base de la cazuela.
  3. Lavar el tomate, rallar y verter encima de la cebolla.
  4. Cubrir cebolla y tomate con las vainas de manteca y sazonar.
  5. Poner un buen chorro de aceite de oliva virgen y estofar todo el conjunto en torno a 20-30 minutos.
  6. NO AÑADIR AGUA.
  7. ¡¡Buen provecho¡¡

Vainas de la manteca estofadas.

Comentario

Receta secular que me transmite Samuel, la elaboración es parte del recetario tradicional cántabro. No tenemos la certeza de si fue la madre de Samuel quien creó este plato, lo que si constatamos es que la receta se mantiene en el tiempo sin cambiar un ápice la elaboración.  

Sorprende la sencillez de la receta y confirma el buen hacer y la sabiduría gastronómica de la época en el manejo y cocción de las vainas de manteca. Textura y sabor inéditos, el caldo resultante una exquisitez.

 

                     Cambiando el hábito de comer, cambiamos el mundo.

 

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